Desde que una Sentencia del Constitucional en 1994 provoco la "rebelion de los jueces" del Supremo, pidiendo la intervencion del Rey, se han sucedido los desencuentros y los encontronazos de ambos, a veces en asuntos nimios como el caso "Preysler" y otros en temas trascendentales: la excarcelacion de la Mesa de Herri Batasuna, sobre la cual se desvela en este libro la opinion de S.M., la condena de once magistrados del TC por "prevaricacion civil," la doctrina Parot, los casos Troitino y Bildu o el Estatuto de Cataluna. Un analisis de la maquinaria judicial en su conjunto con el maximo nivel intelectual pero con una perspectiva realista, desde dentro, nada habitual, pone de manifiesto que tales conflictos no tienen remedio por ser producto del sistema, no de las personas. El modelo kelseniano de dos tribunales supremos introducido por el art. 123 CE esta agotado. La solucion es clara, suprimir el TC, pero conservando la jurisdiccion constitucional, joya del Estado de Derecho, que se encomendaria a un nuevo TS. No obstante el rigor juridico con que esta construido, este libro adquiere en sus ultimas cien paginas por la misma presion de los acontecimientos un cierto dinamismo...
Excerpt from Discurso Pronunciado Ante el Supremo Consejo de la Guerra por el Ciudadano Felipe Pardo, Abogado de los Tribunales de la Rpeublica Defendiendo al Señor Contra-Almirante Don Eusebio Cortes, y al Señor General de Brigada Don Jose Maria Egusquiza, en La Si en los momentos de una conñagracion genera - l; eii que la fuerza armada se hallaba dividida en dos partid03, y preparada en varios puntos de la Repúbl'ica' a choque5'sirmil taneos; si cuando él orden y la tranquilidad se veian fuerte: mente combatidos; si cuando el triunfo dep'endia acaso del desarrollo de una política activa, sagaz y canta, se creia al go. Bierno, colocado en circunstancias extraordinarias, autorizado tal vez para valerse de medios no comunes, para fijar la °pinion, crearprosélitos y prevenir las maquinaciones secretas que soir¿ damente pudieran hacerle la guerra; restablecido. La calma en todos los ángulos de la nacion, ya no era lícito bajo ningun pretesto, elempleo° de esos medios, ni mucho _menos el greso que siempre les fué vedado en el Santuario de l'ajus. Tióia. Si el Sr. General D. José Maria Eguz.quiza, y¡el S¡f Contra - Almirante D. Eugenio Cortes, con otros varios ges fes...
Ver más detalles