
Días sin ti es una historia de complicidad a través del tiempo, la de una abuela y su nieto. Dora, maestra en tiempos de la República, comparte con Gael la historia que la ha llevado a ser quien es. Con ternura, pero con crudeza, confiesa sus emociones a su nieto escultor, un joven con una sensibilidad especial, y le brinda, sin que éste lo sepa todavía, las claves para reponerse de las heridas causadas por un amor truncado. A través de la reflexión y de lo que enseña la melancolía, esta novela transita esos caminos por los que todos, en algún momento, tenemos que pasar para comprender que la vida y el amor son sublimes precisamente porque tienen un final.
Días sin ti es una historia de complicidad a través del tiempo, la de una abuela y su nieto. Dora, maestra en tiempos de la República, comparte con Gael la historia que la ha llevado a ser quien es. Con ternura, pero con crudeza, confiesa sus emociones a su nieto escultor, un joven con una sensibilidad especial, y le brinda, sin que éste lo sepa todavía, las claves para reponerse de las heridas causadas por un amor truncado. A través de la reflexión y de lo que enseña la melancolía, esta novela transita esos caminos por los que todos, en algún momento, tenemos que pasar para comprender que la vida y el amor son sublimes precisamente porque tienen un final.
Roma, año 68 A.C.Lydia Veratia había cometido un error y ahora su libertad pertenecía a un hombre al que conocían en toda Roma como Lobo de Mar. Una vez comprada como esposa, Lydia sabía que lo único que aún podía controlar era su deseo. Por eso cuando Fabius Aro le prometió que la dejaría a libre si después de siete días no le había suplicado que la besara, Lydia pensó que sería muy fácil.Pero Aro era un hombre increíblemente atractivo y Lydia empezaba a sentirse más y más tentada por aquellos labios...
Laurence cuenta su vida al lado de su madre (alcohólica y con intentos suicidas) y su medio hermano Jay. Han huido durante nueve meses de los Servicios Sociales ingleses, que consideran que tanto su hermano como él estarían mejor bajo la tutela del Estado. Les presento a Laurence, tiene quince años y mide más de 1.80. Muy pronto, deberá usar la ropa de su mamá y hacerse pasar por su difunto padre en la radio. Laurence Roach sólo quiere tener una vida normal, pero eso no es nada fácil pues su madre es una alcohólica depresiva que todas las noches bebe más de la cuenta. Para mantener el hogar en orden, Laurence recoge a su hermano de la escuela, se asegura de que se duerma temprano, y a veces hasta sustituye a su madre en la fábrica donde es encargada de limpieza. Las cosas se complican aún más cuando un día la señora Roach no regresa a su casa. Para evitar que los Servicios Sociales se lleven a los chicos a un hogar sustituto, donde seguramente los separarán, Laurence hará todo lo posible para que ni Jay ni los vecinos se den cuenta de que su mamá está desaparecida... ¡hasta se vestirá como ella! Después de dos semanas, la ropa sucia se acumulará, el dinero...
Una muerte sucedida en extrañas circunstancias desencadena una investigación policial, al frente de la cual está el inspector de policía Gabriel Almunia Casals. En el transcurso de la misma, y ante la imposibilidad de poder aportar una explicación lógica a lo sucedido, se cierra el caso, quedando como única prueba de los hechos varias cintas magnetofónicas. Dichas cintas contienen las grabaciones recogidas por un joven durante los últimos doce días de su vida, a partir de un hecho traumático: la muerte de Laura, su prometida. A través de la transcripción de esas grabaciones fluyen los recuerdos de una vida en común, y la esperanza de un futuro al que el protagonista se niega a renunciar. Mientras el presente se hace cada vez más evidente, el poderoso recuerdo de Laura precipita una tragedia narrada en primera persona.
Desde la formación del lenguaje hasta nuestros días.