Los orígenes de la filosofía moral. Tradución y anotaciones de J. B. Bergua. La ética proviene del griego ethos cuyo significado es costumbre y tiene como objeto de estudio la moral y la acción humana. Su estudio se remonta a los orígenes de la filosofía moral en la Grecia clásica y su desarrollo histórico ha sido diverso.
Aunque admito sin reservas -nos dice Spinoza en su TTP- que todas las cosas son determinadas por leyes universales de la naturaleza a existir y a obrar de una forma fija y determinada, afirmo, no obstante, que [...], para el uso de la vida, nos es mejor e incluso indispensable considerar las cosas como posibles.¿Cómo el autor que ha elaborado el más riguroso sistema del determinismo universal, puede ser al mismo tiempo uno de los adalides más preclaros de la defensa de los derechos individuales y de las libertades civiles? Al poner hitos en el camino que conduce de la física a la historia, nos parece que podemos aportar algún grano de arena a la aclaración del problema planteado por esta pregunta. Los trabajos recogidos en este libro pueden ayudar a sus lectores a comprender el complejo sistema spinozista que nos sorprende porque, lejos de imponer a priori una estructura a sus elementos, es el resultado de la potencia de éstos, de modo semejante a como el poder del Estado es resultado de la potencia de la multitud de ciudadanos.
Aunque muchos de los científicos que intentan averiguar cómo comprendemos y pensamos los humanos parecen haberse olvidado de ello, las emociones –del tipo de, por ejemplo, la alegría, la tristeza, la envidia o la admiración– desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas y son esenciales para entender realmente en qué consiste eso que denominamos “pensamiento humano”. Antonio Damasio, el neurólogo que ha dedicado su vida al estudio de las bases neurobiológicas de la vida humana, no es, ciertamente, uno de esos científicos en cuyos trabajos las emociones y sentimientos no encuentran lugar. En este nuevo libro, el profesor Damasio se suma, aunque desde el lado de la ciencia, de las neurociencias, a una tradición –no muy frecuentada, cierto es– que tiene en el filósofo holandés Spinoza (que consideraba que los sentimientos y emociones constituían los aspectos centrales de la “humanidad”) uno de sus principales exponentes. Nadie debería dejar de leer este En busca de Spinoza, obra tan actual como imprescindible para comprender el importante papel que juegan los sentimientos y cómo explica la biología nuestros mecanismos de supervivencia necesaria....
El público más amplio asocia con razón el nombre de Diana Cohen Agrest a sus reflexiones sobre la justicia penal, la ética y, en el orden de la divulgación, a la bioética. El carácter académico de esta monografía consagrada a Spinoza sigue, por su modalidad, otra orientación. No obstante, sus lectores habituales no desconocerán, en este libro inspirado en una de las mayores figuras de la historia de la filosofía, la personalidad y el don de comunicación de Diana Cohen Agrest. Más aún: ampliarán el conocimiento que ya tienen de su autora, pues aquí ella explora y revela, indirectamente, las raíces de su propia concepción de la vida y de su escala axiológica. Con ello, no solo pone en evidencia su genealogía filosófica, sino que subraya, a la vez, la prodigiosa actualidad que, en aspectos esenciales, siguen revistiendo las ideas de Baruj Spinoza. Por eso, más que restringir el acceso a quienes habitualmente frecuentan sus pá¬ginas periodísticas o testimoniales, esta Cartografía de la Ética spinoziana invita, a todos aquellos que aún no lo han hecho, a descubrir la estatura intelectual de quien hace cuatro siglos supo conciliar, con notable originalidad,...
El pensador que mejor supo unir racionalidad y alegría ética - Tratado teológico político - Tratado político. Sostuvo que el sabio es alegre por definición y se opone siempre a la tristeza, y que sin alegría el pensamiento es menos productivo y creador. Tan lejos del optimismo ingenuo como del pesimismo moral e ideológico, su objetivo fue comprender en vez de juzgar. Serenidad, cautela y honestidad fueron los valores que sustentaron la vida y la obra de Spinoza, con una coherencia poco frecuente en el mundo intelectual.
Estudioso de la Biblia y comerciante fracasado, hereje judío y eminente intelectual holandés en lengua latina –y, para ganarse el pan, pulidor de lentes–, Baruch (Bento, Benedictus) Spinoza está hoy considerado uno de los pensadores más notables de todos los tiempos, quizá el más radical y controvertido de los filósofos. Nacido en el seno de la comunidad sefardí de Ámsterdam, Spinoza fue apartado tajantemente de ella en 1656, a los veinticuatro años de edad –«... Sea maldito durante el día y sea maldito por la noche, sea maldito cuando repose y maldito cuando se levante. Sea maldito cuando salga y maldito cuando entre. El Señor no tendrá piedad con él...», se pudo escuchar en la sinagoga–. El resto de sus días los dedicó a buscar la verdad, la rectitud moral y la libertad, así como a perfilar sus ideas sobre la «verdadera religión» y en torno a un Estado secular y tolerante. En esta magna biografía, ahora revisada y puesta al día, Steven Nadler entrelaza con acierto el material humano y la filosofía de Spinoza con el tumultuoso mundo político, social, intelectual y religioso de la joven y próspera República Holandesa que le tocó vivir.
Si se considera que la sociedad actual, tal como funciona, funciona bien, resulta sensato pensar en maneras de conservar su funcionamiento; para quien piensa que es urgente la transformación radical, resulta suicida ser conservador. Este libro es para quienes piensan lo segundo. Como explica Werner Jaeger en Paideia, la educación, consiste en la producción de seres humanos según cierto modelo. Como el alfarero que moldea una vasija, cada sociedad. ¿En qué consistirá una educación pensada para transformar las sociedades, en lugar de conservarlas? Este libro desarrolla una idea de educación a partir de la filosofía de Spinoza, según la cual la formación no consiste en adquisición de una forma, según un molde adecuado, sino en el incremento en maneras de ser, en la felxibilización de la propia forma, en la autorrealización, como la entiende el filósofo noruego Arne Naess. La construcción de esta nueva idea de formación implica una reconstrucción del pensamiento de Spinoza, en la que se descubren afinidades entre este pensador y la fenomenología fe Edmund Husserl, la idea de individuación de Gilbert Simondon, la cibernética y la poesía de Walt Whitman. Esta...
¿Cuál es la mejor forma de gobierno? Una pregunta contraria al pensamiento de Baruch Spinoza. La premisa fundamental de esta investigación es que lo político en el autor puede ser leído como una tendencia en dos direcciones opuestas: ampliación de poder y concentración de poder. En ese sentido, el escrutinio político siempre debe ser determinado por los efectos que una determinada organización genera en el seno social y no como la búsqueda de un ideal de gobierno que sirva como modelo comparativo. Por eso, en la senda de Maquiavelo, Spinoza puede ser considerado un realista político. Este libro puede ser leído como una introducción a Spinoza y se delinean algunas ideas fundamentales para su estudio general. Pero también puede ser leído como una propuesta original para entender las claves de su pensamiento político.
La revuelta de Spinoza (1632-1677) se condensa en la Ética, un libro considerado difícil y abstracto, pero que en realidad cuenta la historia de un ignorante que accede a la felicidad. En su camino, descubre que el amor y el odio también son objetos de la geometría; que el alma es eterna, pero desde un punto de vista absolutamente racional y actual; y que dios no es otra cosa que la Naturaleza. Cuando le preguntaron a Spinoza si conocía a Dios con la misma claridad que conocía un triángulo, su respuesta no fue ni larga ni compleja. Dijo que sí. En el fondo, la Ética es un manual de instrucciones. No dice lo que la vida debe ser, sino lo que es y para qué puede servir. Algunos creyeron que conducía a la catástrofe; otros, a la salvación. Pero seamos honestos: ¿quién quiere, hoy, permanecer en el justo medio?
En Spinoza subversivo. Variaciones (in)actuales, Antonio Negri presenta los ensayos sobre Baruch de Spinoza posteriores a la publicación, a principios de la década de 1980, del imprescindible la anomalía salvaje. Una obra, pues, que agrupa el resultado de casi veinte años de trato con el judío maldito de Ámsterdam. Como señala ?no sin reservas- en su introducción Emilia Giancotti, en la escritura negriana sobre Spinoza resulta difícil distinguir al hermeneuta del filósofo que, emboscado, produce sus propias innovaciones conceptuales. En efecto: un devenir común. Si ?la ontología spinoziana es una violación absoluta de la tradición ontológica?, el devenir común Spinoza-Negri despliega el grito de guerra de Baruch de Spinoza en las condiciones filosóficas de nuestra pacificada posmodernidad. En el más reciente ?retorno a Spinoza? las corrientes más vivas del marxismo occidental han salido a la búsqueda de una refundación ontológica de la razón y la praxis liberadoras. Una refundación ontológica necesariamente ética. La resignada y beatífica complacencia con la superficie promovida por las distintas variantes del postmodernismo no encuentra condescendencia...
Este libro es parte de la colección e-Libro en BiblioBoard.
Luego de la publicación de La anomalía salvaje de Antonio Negri en 1981, el concepto de multitud –que había pasado desapercibido para la mayoría de los especialistas– se instaló en el centro de la discusión sobre el pensamiento político de Spinoza. Este libro reconoce la centralidad del concepto de multitud para abordar la filosofía spinoziana, pero discute con algunos aspectos de la lectura de Negri, como su idea de que la multitud conlleva una poten - cia democrática absoluta que recusa cualquier tipo de representación o mediación estatalmente elaborada. En efecto, el autor muestra la importancia de recurrir a otros conceptos que, al menos en el plano político, revisten también gran importancia. Propone, así, pensar a la multitud con el cuerpo y con el Estado, ya que ella es también cuerpo y Estado. La multitud actúa como un cuerpo y como guiada por una sola mente y ella se encuentra ya siempre socializada, capaz de auto-afectarse y de darse una estructura político-institucional. Así entendida, la multitud puede ser pensada, según demuestra el autor, como el sujeto político del pensamiento de Spinoza.
En este volumen, Étienne Balibar, uno de los principales filósofos franceses de nuestra época, reúne todos los textos que, durante décadas, ha dedicado al filósofo de la razón Baruch Spinoza, dando prueba de su interés continuado por pensar los procesos de individuación como una política de la relación. A lo largo de su reflexión sobre la ontología spinocista, entrelazada con la noción de lo «transindividual» –un concepto ya desarrollado por Simondon y recurrente en el trabajo de Kojève, Lacan o Goldmann–, Balibar nos revela el primer límite y la primera exigencia de cualquier democracia: la imposibilidad de pensarnos sin vínculo. Con una vasta erudición, un estilo detenido, escrupuloso y preciso, y una prosa amable y poderosa, Étienne Balibar ofrece una lectura renovada del autor del Tratado teológico-político. Con ella, reinventa el tablero entero de las teorías contemporáneas de la democracia, al pensar una ontología social que no puede no ser política. Con Balibar, el renovado interés por Spinoza vuelve para quedarse, y la política se torna un pensamiento de la afectividad y sus efectos.
La felicidad no es para Spinoza un premio que se otorga a la virtud, sino la misma vida en cuanto ella expresa la potencia de ser y actuar de cada hombre afirmándose, junto con otros individuos, frente a todo aquello que se le opone. Esta situación compleja obedece a la naturaleza de las cosas y determina que toda relación humana con los demás y con las cosas esté marcada por una afectividad ambivalente, contagiosa e inconstante; y al mismo tiempo la sitúa en un marco necesario donde acontece la puesta en escena de cada hombre bajo la figura concreta de su deseo y sus decisiones. La mirada a Spinoza y a su filosofía desde esta perspectiva nos hace renunciar a ese estereotipo del filósofo de alegría radiante, y nos invita a revisar con cautela, y a la luz de una alegría trágica y auroral, las nociones básicas de su filosofía. Y permite también comprender la extrañeza e incluso la hostilidad con las que -ya en su tiempo y en los años inmediatamente posteriores a su muerte- fue recibida esa filosofía suya, irreductible a cualquier otro sistema, incluido el racionalismo cartesiano, el mecanicismo hobbesiano o el panteísmo. Lo trágico no forma parte del léxico...
La obra que el lector tiene en sus manos se ocupa de cuestiones de historia de la filosofía y, más en general, de cuestiones de historia de las ideas, dos disciplinas de las que no siempre se ve cuál es su utilidad inmediata. Ambas deben enfrentarse a tres tipos de adversarios: a quienes buscan en la filosofía una sabiduría, a quienes la practican como una técnica especializada y a quienes lisa y llanamente ponen en duda su interés.
Spinoza no define su filosofía como antropología. Pero quien lo lee, sabe que el hombre, los hombres y las cosas humanas focalizan su atención. ¿Qué clase de conocimiento riguroso cabe sobre el hombre, cuando la naturaleza de cada uno, su deseo y su poder difieren de la naturaleza de cualquier otro, tanto como difieren entre sí el hombre y los animales? Spinoza recibe un rico legado cultural: filosófico, pero también literario, religioso, médico y científico, con el que no duda en confrontarse. Y, rechazando el fantasma del escepticismo y el lastre de las antropologías dogmáticas, el filósofo apuesta por una construcción original. Los autores de los trabajos que integran el presente volumen -privilegiando una perspectiva ora externalista ora internalista- analizan, reconstruyen y critican el cuadro enormemente complejo del hombre, pensado por Spinoza como una socio-antropología radical. *** Spinoza definiert seine Philosophie nicht als eine Art Anthropologie. Aber wer seine Schriften liest, der weiß, dass die Menschen und die menschlichen Dinge seine Aufmerksamkeit erregen. Gibt es überhaupt ein strenges Wissen über den Menschen, wenn jede menschliche Natur, Lust ...
El brillante sistema metafísico de Spinoza no se deriva de la realidad ni de la experiencia. Partiendo de unos supuestos básicos, y a través de una serie de pruebas presentadas al estilo de la geometría, construye un universo que es también Dios, una sola cosa en él, constituyendo así el ejemplo clásico de panteísmo. Aunque su sistema parece extraño hoy, las conclusiones de Spinoza están en profundo acuerdo con el pensamiento moderno, desde la ciencia (la ética holística de los ecologistas actuales) hasta la política (la idea de que el Estado existe para proteger al individuo). El sistema de Spinoza y sus conclusiones poseen una belleza cautivadora, sin igual en la historia de la filosofía. En Spinoza en 90 minutos, Paul Strathern expone de manera clara y concisa la vida e ideas de uno de los grandes pensadores racionalistas del siglo XVII. El libro incluye una selección de sus escritos, una breve lista de lecturas sugeridas para aquellos que deseen profundizar en su pen-samiento, y cronologías que sitúan a Spinoza en su época y en una sinopsis más amplia de la filosofía.
La vida entera de muchos ensayistas transcurre sin dar jamás con un tema. Este ensayo no sólo se topa con un tema, sino que incluso se da el lujo de aprovecharlo. El tema es la felicidad. Sin embargo, La herida de Spinoza es un libro de ?losofía, no de autoayuda. Parte de algunas conclusiones recientes de la neurología, en particular de las investigaciones de Antonio Damasio acerca de la impertinencia de la secular división entre mente y cuerpo. El propio Damasio vincula sus investigaciones con las ideas que Spinoza expuso en su Ética. Para Damasio, la tranquila aceptación de la muerte, una de las señas de identidad de la ética de Spinoza ?de hecho, la «herida» de Spinoza?, resulta «irritante». Ese comentario de Damasio parece inocuo, pero para Vicente Serrano no lo es, sino que apunta a una especie de «desajuste», a una extraña incomprensión de la diferencia última de la ética spinozista. A partir de ahí el autor no se propone criticar solamente esa y otras lecturas de Spinoza, sino que plantea además una amplia crítica a la modernidad, y también a la posmodernidad. La herida de Spinoza se convierte entonces en una revisión de la historia entera de la...
¡Buen día a todos! Hoy vamos a volver a hablar de Spinoza. Spinoza, lo hablamos en un video anterior y decidí presentar su pensamiento a través de la cuestión del libre albedrío y el determinismo. Este es generalmente el tema más clásico si queremos acercarnos a la filosofía de Spinoza para hablar de su concepción del libre albedrío. Y suele ser también elpuerta de enlace más accesible. Pero en este video anterior solo habíamos arañado la superficie de la doctrina y visión del mundo de Spinoza. Esto justifica que hoy haga un segundo video para tratar de aclarar, desarrollar y profundizar ciertas cosas que solo hemos tocado superficialmente y que merecen un estudio serio hoy. Para Spinoza, Dios no tiene influencia ni deseo ni proyecto ni voluntad. Es. Se podría decir que está feliz de estarlo. Él está feliz de serlo. En otras palabras, no espera nada de nosotros. Dios no espera nada de nosotros. No espera nada, no, porque esperar es querer y ¿qué queremos nosotros? Queremos lo que no tenemos, queremos lo que nos falta, queremos a aquellos de quienes dependemos. Bueno, N'osa se vaAdelante, Dios no depende de nada. No espera nada de los hombres y ninguna frase...
Este ensayo aporta luz a problemas políticos de la máxima actualidad en nuestra sociedad, en un momento en que la izquierda transformadora se encuentra en un estado de resaca, tanto por la tendencia al retroceso que está experimentando, como por su condición tras unos años constante actividad. Escrito gracias a una profunda reflexión y un continuado estudio de la filosofía política, sobrepasa el aspecto teórico al alimentarse también de la experiencia política y la práctica institucional realizada durante muchos años. En tiempos de incertidumbres ante las continuas crisis económicas, políticas e institucionales, el autor pone el foco en Spinoza y en la fecundidad de su pensamiento filosófico para rearmar, intelectual y emocionalmente, el pensamiento crítico superador de un capitalismo neoliberal que sólo ha conseguido incrementar la desigualdad entre los seres humanos y poner en peligro a nuestro propio planeta.